miércoles, 30 de abril de 2014

Pasta con albóndigas ovolactovegetarianas

Un clásico de la cocina italiana sin carne 


Pasta con albóndigas  
Álbondigas de lentejas
                                   



Ingredientes 

Para las albóndigas 

1/2 kilo de lentejas  cocidas  y sin guiso
 Sal
1 huevo
1/4 de taza de harina de trigo todo uso
Comino
Curry
Pimienta
 Aceite de oliva


Para la salsa de tomate
 4 Dientes de ajo
 1 cebolla grande
2 Tomates  rojos
3 Ajíes/ chiles
 Unas ramitas de cilantro
 Algunas hojas de albahaca
Caldo de carne
Aceite de Oliva
Sal
Pimienta
Azúcar


Preparación 



  1. Se pasan las lentejas por un pica todo/moulinex. Una vez molidas, se colocaran en un bowl  y se añadirá un huevo; se revuelve. Se condimenta al gusto y se agrega un chorrito de aceite de oliva.  Luego, se incorporará la harina de trigo, se revuelve nuevamente.  La mezcla debe quedar con una consistencia pastosa, que se pueda moldear, es por ello que en caso de hacer falta, se puede  agregar más harina. 
  2. Se harán bolas de tamaño mediano, no muy grandes para evitar problemas de cocción. Se fríen. Cuando tomen color marrón se deberán retirar  del aceite y reservarlas.
  3. Por otra parte, se licuarán los ajos, los tomates, la cebolla, los ajíes, las hojas de albahaca y cilantro con el caldo de carne. La mezcla se vierte en un cacerola y se añade un chorro de aceite de oliva, así como la sal, la pimienta y el azúcar.  
  4. Se dejará al fuego por aproximadamente 45 min /1 hora, hasta que la salsa se cocine completamente; ésta debe tomar una coloración  un tanto oscura. Cuando esté cocida se retira del fuego la cacerola con la salsa y se añaden  las albóndigas. 
  5. Dicha preparación se verterá sobre un plato de pasta y, estará listo para servir.  


Consideraciones sobre esta receta 

  1. Esta receta no es apta para personas celíacas o problemas de glucemia e insulina. 
  2. Aunque, siendo alérgico al gluten, usted puede intentar hacerla, sustituyendo la pasta por una especial sin gluten y, la harina de trigo en la preparación de albóndigas por harina de maíz. 
  3. Si usted no tiene problemas metabólicos, pero no le gusta consumir azúcar refinada, sustituya el azúcar  por una zanahoria, la cual, deberá ser licuada junto con los demás vegetales.  


domingo, 20 de abril de 2014

Salchirroz

Arroz con salchichas  



Carbohidratos, vegetales y proteínas 


Ingredientes ( 5 personas)


1 taza de arroz
2 tazas de agua o caldo de carne
10 salchichas de carne
1 zanahoria  grande
2 papas medianas
 1 cebolla mediana
6 dientes de ajo
3 ajíes/chile rojo
Aceite de canola o maíz


Preparación
  1. Picamos las zanahorias y papas en cuadritos y, se colocan en una cacerola  con un chorro de aceite; cuando estén tiernas,  se incorporan  los ajíes picados.
  2. Una vez los chiles ablanden, se añade la cebolla, picada también en cuadritos, y ajos machacados. 
  3. Cuando la cebolla  tome un color transparente, se incorporan las salchichas previamente sofritas,   la taza de arroz y las de agua (o en su defecto, caldo de carne), y se salpimienta. 
  4. Se deja cocinar el arroz hasta que el agua seque.

Consideraciones sobre esta receta 

  1. Puede ser consumida por personas celíacas.
  2. Evite mover el arroz una vez le haya colocado el agua,  pues tomaría una consistencia pastosa. 
  3. Puede espolvorearle perejil picado muy finamente una vez el arroz esté cocido. 
  4. Si utiliza arroz integral debe saber que el tiempo de cocción será mayor, por ello recomiendo  dejarlo remojando 1 hora antes para ablandarlo. 

viernes, 18 de abril de 2014

Merluza con salsa de parchita/ maracuyá/ fruta de la pasión

Otra  manera de comer la fruta de la pasión  y  pescado 



Pescado y maracuyá/parchita 


Ingredientes 

Para la salsa 

1 cebolla
4 Dientes de ajo
 1 vaso de jugo de parchita/ maracuyá / fruta de la pasión (sin semillas)
Aceite de oliva
Sal
Pimienta
Azúcar al gusto


Para el pescado 
1 filete de merluza
 Sal
Pimienta 
Orégano (Opcional)




Preparación 

  1. Se corta la cebolla en cuadritos pequeños,  se machacan los ajos, ambos ingredientes se colocan en un sartén con aceite de oliva. 
  2.  Una vez  la cebolla esté transparente por la acción del calor, se verte sobre ella el jugo de parchita. Se echa la sal, la pimienta y el azúcar a  la mezcla, la cual,  deberá tomar un consistencia un tanto espesa y tener un sabor agridulce; una vez suceda esto, retiramos del fuego.  
  3.  Salpimentamos el filete de merluza. En una plancha colocaremos un chorrito de aceite y doramos el pescado. 
  4. Se sirve el filete con la salsa y el acompañamiento de su preferencia. 


Consideraciones sobre esta receta 

  1. Para personas con problemas de azúcar recomiendo  sustituir el azúcar por el edulcorante de su preferencia. No obstante,  debido al alto contenido de fructosa de la parchita, debe ser moderado con la ingesta de la salsa. 
  2. Puede usar cebolla en ramas para la elaboración de la salsa. 

domingo, 13 de abril de 2014

SALUD 50% de infantes con rollitos tienen figuras familiares en su hogar con pesos anormales

Padres y Niños redondos


Un  pequeño tiene 50% más de probabilidad de ser obeso si uno de sus papás lo es.  Psicólogos, pediatras y nutricionistas responsabilizan a los padres de la adquisición de malos hábitos alimenticios por parte de los infantes.

Fuente: Bebes y mas (Portal Web)

“Del tal palo, tal astilla”. Este famoso refrán retrata muy bien la realidad de los infantes ‘gorditos’;  muchos de estos chiquillos tienen en sus padres la principal causa de su exceso de  masa corporal. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un niño tiene  50% más de probabilidad de ser obeso si uno de sus papás lo es; en el caso de que ambos lo sean, la posibilidad aumenta a un 80%.
 Asimismo, la OMS califica  al entorno familiar y social   como el factor más importante de este tipo de desorden alimenticio y, sentencia que, aunque algunos trastornos médicos pudiesen causar obesidad, menos del 1% de los 42 millones de casos de sobrepeso en la infancia se deben a esto.
De hecho, la Secretaria de Salud de México  difundió en su página  web que, más del 50% de niños rollizos tienen figuras familiares en su hogar con pesos anormales.
En el año 2013, el  Instituto Nacional de Nutrición  (INN) publicó en su página web que, alrededor de 8 millones de venezolanos sufren de obesidad, de los cuales, 30%   son  personas menores de 12 años; es decir, en Venezuela 3 de cada 10 infantes son obesos.
 El exceso de peso es producto de un trastorno en el modo de alimentación en la que las calorías ingeridas, en la mayoría de los casos de poco aporte nutricional,  superan a las que se puedan gastar diariamente. En este sentido, La Dirección de Salud de la Universidad Iberoamericana de México, sostiene que los hábitos alimenticios, preferencia y rechazos de ciertos alimentos  están fuertemente condicionados por el contexto familiar al que ha estado expuesto el infante.
La  psicóloga infantil Jacqueline Aponte, egresada de la Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado  (UCLA) de Barquisimeto, afirma que “durante  la infancia, los progenitores son los principales responsables de la transmisión al hijo de las pautas alimentarias saludables, es decir cantidad y horarios de alimentación, así como el tipo de comida a seleccionar”.  

Vivir para comer


María San Román, pediatra y nutricionista  de la Clínica Caracas en la ciudad capital, afirma que, “un padre que no se preocupa por su propio exceso de masa corporal, muy difícilmente se preocupará si su hijo copia sus hábitos de alimentación y, también sufre un aumento de peso. Un alto porcentaje de progenitores inducen a sus hijos a comer más allá de las señales de autorregulación innatas porque ellos mismos no las respetan”.
Así pues, Jacqueline Aponte sostiene que “una de las características comunes en este tipo de papás  es que comen por inercia. Les da satisfacción es sentirse llenos, sin importar que lo que se esté consumiendo realmente le sea provechoso al organismo y, por esto, siente que le está dando felicidad a su hijo y haciendo lo correcto, si hace que éste coma hasta más no poder”. 
Del mismo modo,  San Román afirma que, “estos padres que muestran poca preocupación sana por su apariencia física, además de no tener  hábitos  saludables al momento de comer, tampoco lo tienen al momento de la preparación de alimentos; utilizan gran cantidad grasas de saturadas para la cocción, elaboran cantidades desproporcionadas de carbohidratos almidonados, responsables de la liberación de la insulina, hormona que se libera para retrasar metabolismo y guardar grasa en forma de tejido adiposo”.

Costumbres culturales contraproducentes 

Asimismo, Aponte explica que la sociedad  occidental es responsable de que los padres actúen de manera irracional con el tema de la alimentación de sus hijos. “En la cultura de occidente es muy común que los padres utilicen las comidas como recompensa o castigo. Si hacen mal, amenazan con servirles vegetales en la cena y, si hacen bien, prometen llevarlos a cualquier sitio de comida rápida. Entonces, podríamos deducir que, el mismo progenitor tiene en su imaginario una concepción  de poco gratificante el hecho de consumir alimentos  balanceados como lo son los productos verdes (vegetales, frutas). En oriente estos no es así, es por ello que los países asiáticos presentan muy bajos índices de obesidad”, sentencia la psicóloga.

San Román, por su parte, sostiene que es muy común en su consultorio los padres que utilizan los alimentos procesados, los cuales son responsables del sobrepeso, como un estímulo pavloviano de la conducta. “Lo más alarmante del caso es que, los representantes que usan este tipo de métodos también tienen sus kilitos de más. Ellos mismos son los que le dicen a sus hijos que si comen, los querràn más; cosa que es totalmente absurda”.

Necesario romper con mitos 

El pediatra  Ezequiel Callé de Chile afirma  en su blog que,   muchos padres creen que si un niño tiene  unos kilitos de más es indicador de que está sano. “Esta concepción tiene origen varias generaciones atrás, en las que por situaciones de guerra  y conflictos sociales  no había  un acceso justo a la alimentación. Las personas debían desarrollar actividades que requerían gran esfuerzo físico, como labores rurales, para su subsistencia, lo que  implicaba un gasto calórico y menos acumulación de masa corporal, por consiguiente quien tuviese suerte de tener unos kilitos era considerado como sano, pues se suponía que tenía garantizado el acceso a los alimentos”, manifiesta Callé.
“Pero a pesar del cambio de tipo de plazas de trabajo, en la que las  labores implican  mayor sedentarismo, el paradigma sigue siendo el mismo. Muchas abuelos y padres aún consideran que el niño más sano es el que tiene uno que otro moflete y es cachetón, por lo que obligan a comer grandes cantidades de alimentos sin tomar en cuenta que por el ritmo de vida acelerado que llevan  los individuos, especialmente  en  las grandes urbes, no le permitirá a los niños quemar la  gran parte de la ingesta de calorías que tuvo”, expresó el pediatra  chileno.


Círculo  vicioso 

Según el portal de salud de la comunidad Madrid en España, un niño que cumple 12 años teniendo gran exceso en su masa corporal, probablemente crezca siendo obeso y sufra de sobrepeso de adulto.
“Un niño que se convierte en un adulto gordo,  le ensañará los mismo patrones de comportamiento alimenticio a sus hijos. Los infantes son unas esponjas, toman como suyo todos los hábitos o resabios que los padres tengan, si el padre  no tiene límites en cuanto a la ingesta de alimentos, el niño tampoco lo hará”, manifestó Jacqueline Aponte. “Abuelos que criaron niños obesos, que se convirtieron en adultos con sobrepeso, que a su vez tienen hijos  rollizos; esta historia se va a repetir mientras los padres no  tengan como objetivo principal cuidar la salud de los infantes a través de los alimentos”, escribió el Doctor  Ezequiel Calle para su blog.

Ideal para acompañar carnes o servir como entrada


Ensalada full green 





Lechuga, pepinos, zanahoria, cilantro y cebolla

Calorías  por ración                                                                                      209 aprox                                          




Ingredientes  
(Para 2 personas) 


1/2 Cebolla pequeña 1 Pepino mediano1 Lechuga pequeña
1 Zanahoria mediana
50g de cilantro
 2 cdas de aceite de oliva
3cdas de vinagre
1 pizca de Sal
1 pizca de Pimienta
1 cda Miel
1 diente de Ajo 


  1. Sumerja  las lechuga en agua con un chorrito de vinagre, déjelas reposar por un lapso de 15 min. 
  2. Mientras se completa el paso 1,  vaya picando el pepino y la cebolla en ruedas y, ralle la zanahoria; coloque todo esto en un bowl. 
  3. Enjuague las lechuga y  deje que escurran en un colador. Una vez suelten un poco el agua, córtela con sus propias manos y agréguela también al recipiente.
  4. En un tacita o pocillo,  agregue el aceite de oliva, viangre, una pizca de sal, 1 pizca de pimienta, la  miel y  el ajo picado muy finamente; remueva muy bien.  Vierta  la vinagreta en el recipiente de los vegetales y la hortaliza, vuelva a remover. 
  5. Refrigere y sirva.

Consideraciones sobre esta receta 


  • Para personas con resistencia a la insulina y problemas de metabolismo, esta ensalda es ideal. No obstante, si ésta es su situación de salud, sustituya la miel por algún otro endulzante. 
  • Si la concha de pepino le desagrada, puede  deshacerse de ella. Particularmente, considero que ésta le aporta  más fibra y  más textura al plato, por ello no prescindo de la misma. 

jueves, 10 de abril de 2014

Costillas de cerdo con salsa de frutos rojos

Costillas de cerdo con salsa de frutos rojos y enebro


Costillas de cerdo

Calorías
 Costillas de cerdo                                                                                       329 kcal
 Salsa frutos rojos                                                                                       436,5 kcal 


Ingredientes (2personas)


Para las costillas 

½ kilo de costillas de cerdo 

Sal
Pimienta blanca
Pimienta Dulce/Guayabita

Azúcar 
Ginebra
Aceite de oliva 

1 cerveza 

Caldo de carne


Para la salsa
¼ kilo de fresas
¼ kilo de moras

150g de mantequilla 

1Chorrito de ginebra

150 ml Miel

1 Limón  

Caldo de carne




Primero las costillas
  1. Precalentar el horno a 200º c/ 392º f. En un plato o recipiente, se colocarán las costillas, rociaremos sobre ellas aceite de oliva y ajos machacados. Luego, se procederá a untar la carne con pimienta, azùcar, sal.
  2. Se colocarán las costillas en una bandeja, previamente impregnada de aceite de oliva, también sirve manteca vegetal.  Se rociará  la carne con la mitad de la cerveza, varios cucharones de caldo de carne y ginebra. Las costillas siempre deben estar con  líquido, es por ello  que resulta importante la revisión constante mientras están en el horno.
  3.  Una vez transcurridos 30 minutos, se abrirá el horno para rociar más cerveza y caldo.
  4. Dejar otros 20 min más las costillitas en el horno y apagarlo. Se tapa la bandeja con papel aluminio para que se absorban más los sabores.


Ahora, la salsa

  1. En un sartén  se colocarán los 150g de mantequilla y un chorrito de ginebra.
  2. Una vez dorada la mantequilla, se echan los frutos rojos picados a la mitad. Con el calor se irán derritiendo poco a poco.
  3. Derretidos en gran su gran mayoría, los frutos, se retiran del fuego y se reservan .
  4. En una ollita, se procederá a verter la miel, con el juego de un limón para que no se cristalice. Sólo se dejará al fuego 1 min después que empiece a hervir.
  5. Una vez apagada la mezcla de miel y limón, se  echará sobre la mezcla de frutos rojos  y  bayas de enebro, junto con media taza del caldo de carne que se había preparado anteriormente. Se cuece durante un minuto, se le agrega una pizca de sal y un chorrito de jugo de limón. El sabor debe ser agridulce.  Luego que se apaguen las hornillas, se verterá la mezcla del sartén en la licuadora, de manera que elimine cualquier grumo indeseado que pudiera añadirle una textura indeseada a la mezcla.

Consideraciones sobre esta receta


  • El sabor de salsa debe ser agridulce.  
  • Si usted tiene bayas de enebro en su cocina, puede sustituir la ginebra por ellas. 
  • Usted  puede sustituir la miel  por un almíbar  hecho con partes iguales de agua y azúcar, media taza de cada uno y, colocando la mezcla sobre el fuego sin que cristalice.

martes, 8 de abril de 2014

Panquecas de fresas




Desayuno dulce con frutos rojos



 

 

Panquecas de fresa y sirope



Calorías por 100gr                                                                                                   227



Ingredientes
1taza de harina con leudante
1 taza de leche
1 puñito de fresas
1 huevo
Pizca de sal
Azúcar al gusto 



Preparación

  1.  Licue la taza de leche con las fresas (sin añadir azúcar).
  2.  Vierta todos los ingredientes en un bowl. 
  3. Remueva hasta que ya no queden grumos.
  4. Corrija  la sal o el azúcar de ser necesario. 
  5. Ponga una cucharada de mantequilla en un sartén caliente. Una vez ésta se haya derretido, vierta sólo un poco de la mezcla; en este punto debe tener mucho cuidado, pues si la mezcla es mucha, la panqueca será muy grande  y corre el riesgo de que al darle vuelta se rompa. 
  6. Voltee  la tortita cuando los bordes estén dorado claro. Para llegar a este paso, no debe pasar mucho tiempo; las panquecas se cocinan muy rápidamente, así que debe estar atento a las señales que le indiquen que debe darle vuelta; no hay nada más desagradable que unos  panqueques quemados. 
  7. Decore el sirope de su preferencia. Combina perfectamente con queso. 


Consideraciones sobre esta receta

  • En el caso de Venezuela, debido a la escasez de harina de trigo se está haciendo cada vez más cuesta arriba  realizar este tipo de preparaciones. No obstante, si las ganas son muchas y su antojo no puede esperar, pudiera sustituirla por  avena, teniendo siempre presente que la ni la consistencia, ni el sabor, son remotamente similares.

  • En caso de no tener mantequilla, ni margarina, utilice aceite de maíz (M-A-I-Z); nada de aceite de soya o de oliva para esta preparación.

  • Esta receta no debe consumida por personas celíacas, ni siquiera sustituyendo la harina de trigo por  avena.





Deshacerse del sobrepeso



Menos calorías, más salud



Seas mujer u hombre, deshacerse de los kilos de más es indispensable,  para mejora de la  apariencia física (Seamos honestos, a todos nos gusta vernos bien)  y por salud.
Hoy en día, ante la oferta tan grande de productos altamente calóricos y  de bajo aporte nutricional, resulta una faena agobiante el intentar llevar una dieta balanceada sin tener que invertir gran parte de nuestro tiempo, e incluso dinero, y  para muchas personas esto representa un obstáculo  en el intento de la pérdida de peso, pues llevan un ritmo de vida muy acelerado (hijos, trabajo, tráfico, en el caso de Caracas, el Metro); sin embargo, con la toma ciertas medidas, podríamos lograr quitarnos un gran peso de encima.  
 Muchas de éstas son muy conocidas por la gente en general, como por ejemplo dejar las gaseosas, reducir la ingesta de postres, comer pequeñas porciones de alimentos, pero otras,  son  algo desconocidas y son las que realmente  llegan a marcar diferencia.

 



  •        Prefiera los jugos de vegetales.  Realmente el consumo de frutas a través de esta preparación no resulta muy útil para las personas con problemas de peso y  de metabolismo, debido a la gran cantidad de azúcar, tanto la que ya trae la fruta  naturalmente y la que se le adiciona para mejorar el sabor. Al haber una gran cantidad de azúcar (glucosa) en la sangre, el organismo se ve obligado a liberar la hormona insulina, para que las células  la absorban y  sea usada como energía, la misma hormona que impide la quema de grasa por parte del cuerpo.             

   Por su parte, hacer jugos de vegetales, puede resultar  igual de delicioso pero más beneficioso.


  •   No sustituya azúcar por miel.  Aunque usted no lo crea, la miel  exacerba la cantidad de glucosa en la sangre, lo que obviamente genera  la liberación de insulina en grandes cantidades, al igual que los jugos de fruta. Opte por los edulcorantes como sucralosa o truvia, evite el aspartamo/aspartame. Ahora, si desea evitar el consumo de sustancias artificiales, use Stevia al natural (en hojas).
  

  •   “Sin gluten” no es sinónimo de “sin calorías”.  Muchos de los productos  aptos para celíacos no están exentos de carbohidratos. Si bien es cierto que no usan trigo,  sustituyen a este cereal por otros, como el maíz o el arroz, cuyo aporte calórico resulta muy similar al primero; consúmalos con moderación.



  •   Los postres de desayuno. Si no quiere  privarse de los postres, ¿por qué hacerlo? Los  niveles de insulina en la mañana son realmente bajos, por lo que usted debería aprovechar de ingerir todo aquello que   dispare a los más altos niveles la presencia de esta hormona en su cuerpo. Esto incluye los postres, e incluso los jugos de frutas, y cereales densamente calóricos.


  •   Lácteos bajos en grasa.  Resulta ideal emplear en las recetas quesos, yogures y quesos bajos en grasa. No obstante, si usted forma parte de las personas que poseen resistencia a la insulina,  recomiendo continúe consumiendo las presentaciones comerciales no ligeras, esto debido  a que mientras menos grasa posea  el alimento, el pico de insulina resultará más alto, lo cual en un organismo con problemas de azúcar es muy poco beneficioso.


  •    Chocolate, chocolate. El oro negro de los dulceros; si usted es de las personas que no  pueden resistirse  a esta delicia, le recomiendo que  opte por el más oscuro. Lamentablemente  el chocolate con y de leche no tiene tantas propiedades  beneficiosas; a las personas intolerantes a la lactosa les va fatal y contiene más carbohidratos, más grasa y calorías.



Chocolate blanco sin azúcar